domingo, 22 de enero de 2023

Entonces… ¿por qué historia de la ciencia?

 

La RAE define la palabra historia como “la narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria”. Si hablamos de historia de la ciencia, supondremos que esa narración y exposición será sobre acontecimientos científicos (también pasados y dignos de memoria). Al igual que la historia nos ayuda a comprender los sucesos que ocurrieron, la historia de la ciencia debería ayudarnos a comprender los sucesos científicos que tuvieron lugar en épocas más antiguas.

Definir y precisar lo que significa ciencia o científico es muy difícil, pero solo a través del estudio de lo que se denominaba ciencia en tiempos pasados, podremos llegar a lo que significa ciencia en la actualidad.

El estudio no debe comprender solo lo que ocurrió anteriormente, sino también los distintos hechos científicos que se dieron (y se dan actualmente) en las diversas partes del mundo. La palabra ciencia es global y, por consiguiente, la historia de la ciencia también debería serlo, aunque usualmente haya estado sesgada a lo que sucedió en Europa.

Si queremos comprender mejor a lo que denominamos ciencia, debemos entender que significaba ciencia hace 500 años en Europa, pero también en Asia, en África y en América. Debemos comprender también lo que significaba ciencia hace 1.000, 2.000, 3.000 años, pero del mismo modo, no podemos quedarnos solamente con lo que significaba para una sola parte del mundo.

La historia de la ciencia debe existir para todas las culturas y todos los pueblos del globo, porque si no sucede así, no sabremos en realidad lo que era ciencia en el pasado y, aunque podamos delimitar igualmente lo que significa ahora, la comprensión no será total si no la estudiamos desde el principio de la historia del ser humano.

Entender lo que es la ciencia parte de tener una idea clara de lo que se dice, hace o sucede sobre ciencia y es necesario comprenderla desde el primer momento, cuando en apariencia era más simple y no estaba formada por la amalgama de ramas científicas que tenemos ahora.

Tenemos que saber de dónde vienen las matemáticas, la física, la química, la biología, la tecnología y tantas otras disciplinas científicas que desarrollamos actualmente, porque solo desde el conocimiento histórico de estas ramas, podemos llegar inferir lo que significan ahora.

En este curso introductorio sobre historia de la ciencia he aprendido muchas cosas. Empezando porque los descubrimientos aislados no significan prácticamente nada, pasando a que no solo importa la historia de ciertos héroes científicos y llegando a que la historia de la ciencia es mucho más de lo que parece a simple vista.

Es cierto que, como al principio, sigue siendo imposible para mí definir exactamente qué es lo que es la ciencia, pero ahora creo que conozco muchas más de sus infinitésimas partes.

La ciencia se relaciona con la tecnología y el progreso, pero también con la religión y la sociedad. Es muy difícil entender lo que es la ciencia sin estudiar el resto de aspectos que se relacionan con el ser humano y, al igual que en cualquier acontecimiento histórico hay multitud de antecedentes antes de que se produzca, causas que llevan a él, hechos que lo determinan y consecuencias tras su desarrollo, en cualquier suceso científico ocurre de la misma manera.

Es imposible entender, por ejemplo, el descubrimiento de la bomba atómica sin estudiar los antecedentes, las causas, los hechos y las consecuencias de su desarrollo. Por eso, la historia de la ciencia tiene que ayudar a comprender la ciencia. Porque cada descubrimiento científico puede estudiarse del mismo modo que se estudia un acontecimiento histórico (aunque en el momento justo que se produzca no pueda verse de esa manera). Es a posteriori cuando pueden entenderse bien cada una de las razones que llevaron a él y cada uno de los resultados que se derivan del descubrimiento científico.

Por descontado, es muy difícil para nosotros entender toda la inmensidad de lo que significa y abarca la ciencia, pero podemos ir estudiando cada uno de los hechos científicos y, como en una enorme máquina, la suma de las pequeñas partes al final nos acabará acercando al todo. El estudio de la historia de la ciencia, por la propia naturaleza que tiene la historia, no será lineal, puesto que ninguna historia lo es, pero cada nuevo conocimiento que entendamos nos acercará más y más a lo que significa la ciencia en su totalidad.

No será un proceso fácil, pues ningún estudio lo es de primeras, pero si será (o debemos intentar que lo sea) lo más completo posible, pues la perdida de información, como en todo sistema interconectado, será una parte crítica del proceso y si nos saltamos cualquier región o cualquier elemento, el resultado que acabaremos obteniendo se distanciará un poquito más de la realidad. Puede que consigamos pensar que comprendemos lo que creemos que es la ciencia, pero solo con un estudio exhaustivo en la historia de la ciencia podremos corroborar si lo que pensamos de la ciencia es cierto o una simple falacia que nos hemos formado en la cabeza.

Por lo que respecta a mí, voy a seguir aprendiendo y estudiando sobre la historia de la ciencia en el resto de asignaturas que conforman este máster. En las próximas semanas voy a adentrarme paralelamente en la historia de la ciencia de Oriente y en la historia de la ciencia de Europa. Son temas inabarcables en unas pocas semanas pero, como ya he subrayado, todo conocimiento, por pequeño que sea, ayudará al final al que entienda un poco mejor aquello a lo que llamamos ciencia.

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