Al astrolabio lo que es del astrolabio y al telescopio lo que es del telescopio

Cuando pensamos en instrumentos científicos que han sido muy utilizados a lo largo de la historia de la ciencia, se nos vienen muchos a la cabeza, pero, de entre ellos, el astrolabio para el mundo oriental y el telescopio para el mundo occidental son dos de los más famosos.

La definición de astrolabio según el buscador de Google es la de un instrumento de navegación usado para orientarse que permite determinar la altura de un astro y deducir, según esta, la hora y la latitud.

Por otro lado, al telescopio Google lo define como un instrumento óptico que sirve para observar objetos lejanos, en especial cuerpos celestes, que consiste esencialmente en un espejo o lente que concentra los rayos luminosos y forma una imagen del objeto, y una lente que amplía esta imagen.

En las siguientes imágenes podemos observar un astrolabio (izquierda) y un telescopio (derecha):

 

Podemos decir, como primera comparación entre ambos instrumentos, que una versión algo mejorada del telescopio sigue siendo vigente en nuestros días mientras que, por el contrario, el astrolabio desapareció en el siglo XV con la aparición del sextante, debido a su mayor eficiencia y practicidad, aunque siguió usándose hasta bien entrado el siglo XVIII.

Centrándonos en el telescopio, sabemos que ha sido mejorado por diversos científicos. Primero con el uso de distintas lentes para mejorar las imágenes que se podían observar y después con distintos cambios en la tecnología utilizada para verlas más nítidamente, pero siempre buscando el mismo objetivo: el de observar lo mejor posible los objetos lejanos que se encontraban más allá de nuestra atmósfera; hasta llegar actualmente a los telescopios computacionales que son controlados totalmente de forma digital.

La evolución del astrolabio, por el contrario, fue más orientada a las funciones en las que podía usarse. Al principio se utilizaba como un instrumento de medida astronómico que permitía determinar la posición y altura de los astros celestes, así como observar y estudiar sus movimientos. Después, fue adaptado para usarse en la navegación de forma que los marineros pudieran orientarse en sus largas travesías en el mar.

En cuanto a influencia, el telescopio puede ser, a priori, el que se piense que ha tenido mayor influencia debido a que fue un instrumento muy utilizado por varios científicos europeos en sus observaciones del cielo. Es ampliamente conocido el uso del telescopio por parte de Galileo para observar los cráteres de la Luna. Kepler y Newton intentaron mejorarlo, uno cambiando el tipo de lente y el otro cambiando totalmente el tipo de tecnología usada para su desarrollo (por medio de un sistema de espejos). Huygens también lo mejoró, ampliando la distancia focal entre el observador y el objeto que se quería demostrar.

Pero, aunque el telescopio ha servido para observar el cielo en los últimos cinco siglos, no ha sido hasta el último de ellos en donde se ha empezado a generar una ciencia astronómica singular. Primero con la observación y la clasificación de multitud de estrellas a finales del siglo XIX y principios del XX, luego con diversas cuestiones relacionadas con la posición de nuestra galaxia respecto al resto del universo y, finalmente, con el auge en la carrera espacial entre Estados Unidos y la URSS y hasta nuestros días.

El astrolabio, por otro lado, fue una de las mejores opciones como instrumento de orientación y medición hasta su sustitución por el sextante. Permitía tanto a navegantes como a astrónomos estudiar el movimiento de los astros celestes y determinar su posición respecto a ellos. Es indudable que muchas de las rutas marítimas para el comercio de distintos objetos entre Oriente y Occidente que se dieron a partir del siglo X (período en el que los árabes introdujeron el astrolabio en Europa a través de la Península Ibérica) no se habrían podido realizar sin el uso de este instrumento.

Los navegantes portugueses y españoles contaban tanto con el astrolabio como con la brújula para realizar sus travesías. Además, no podemos olvidarnos que en el año 1492 es cuando Cristóbal Colón descubrió América y que este instrumento estaba entre una de sus posesiones (aunque no se haya podido demostrar que fuera usado durante el viaje).

Hablando de impacto social, es indudable que el instrumento más conocido, al menos en el mundo occidental en el que nos encontramos, es el telescopio, pero para los árabes el astrolabio fue una joya matemática que era capaz de realizar más de 300 operaciones simples.

Esta creencia también viene dada porque, como ya hemos comentado, el telescopio sigue utilizándose a día de hoy y es uno de los principales instrumentos que existe para estudiar los objetos más allá de nuestro planeta y que sirvió y sirve a muchos científicos para formular sus conclusiones sobre la teoría gravitacional y la ciencia astronómica.

Pero el impacto social debido a los intercambios generados por las rutas marítimas es indudable. A través de estas rutas se intercambiaron multitud de conocimientos, objetos, alimentos y plantas que de otro modo no se hubieran conocido hasta más tarde. El impacto social y las consecuencias que tuvo el descubrimiento del continente americano por occidente es superior a cualquier otra cosa conocida anteriormente. Además, muchos de los intercambios entre Oriente y Occidente de esos siglos vinieron como consecuencia de los instrumentos usados para la navegación.

Aun así, y como contrapunto, los conocimientos obtenidos por el telescopio que se sigue usando actualmente están fueran de nuestro alcance debido a que es un instrumento del que aún no se conoce el techo sobre su aportación científica.

Como conclusión podríamos decir que, por un lado, la importancia del telescopio para el mundo occidental y los científicos que han mirado al cielo a partir del siglo XVII es incuestionable y que aún nos quedan muchos conocimientos nuevos por descubrir gracias a él. Pero, por otro, la influencia científica que tuvo el astrolabio primero para los árabes y luego para los europeos cuando volvió a ser introducido por los primeros en la vida de los segundos, es completamente irrebatible. No solo por su uso astronómico midiendo las posiciones de los astros, sino sobre todo por la ayuda que supuso a la hora de dominar los mares y que como consecuencia permitió llegar a muchas otras zonas del planetario terrestre.