El viaje que realizó Marco Polo junto a su familia a finales del siglo XIII a las tierras de los mongoles y el libro posterior que publicó contando toda su travesía es una de las mejores referencias para el mundo occidental de cómo era la vida en Oriente en aquel tiempo.
Marco Polo nació en Venecia en el año 1254 y no pudo conocer a su padre ni a su tío hasta que regresaron en el año 1269 del viaje que les permitió conocer y hacer tratos con el emperador mongol de ese tiempo, Kublai Khan, nieto del gran Gengis Khan.
En el siguiente viaje que realizaron a China, siguiendo el encargo de Kublai Khan, un Marco Polo de 17 años decidió unirse a ellos y toda la familia junta emprendió la excursión que partió de Italia en 1271 y llegó a la residencia de verano del Khan, Xanadú, en 1275. En esa travesía de Occidente a Oriente, Marco Polo apuntó en una libreta todos los elementos curiosos, a los que él llamaba maravillas, que pudo observar.
Ese viaje de ida al imperio mongol le hizo conocer las regiones antiguas de lo que ahora nosotros llamamos Israel, Armenia o Georgia. También pasó por la antigua Persia y atravesó las montañas de Asia Central siguiendo la ruta de la seda. Superaron los desiertos de la zona y llegaron a lo que sería ahora Afganistán. Estuvieron un año entero parados en una famosa ciudad China en donde Marco Polo hizo el primer contacto con el budismo y tras eso llegaron al fin a Xanadú.
Varias de las maravillas que anotó Marco Polo en ese viaje fueron el comercio, la caza, los alimentos y las costumbres de los territorios por lo que pasó. Destacan, por ejemplo, las alfombras de Anatolia, las fuentes de petróleo de Armenia, el mercado de perlas de Tabriz o las tumbas de los tres Reyes Magos en Saba.
Tras llegar al palacio del Gran Khan, este tomo a Marco Polo bajo su protección personal tras considerarle apto como embajador. Aquí es donde más información se consigue del viaje de Marco Polo, puesto que paso los siguientes 17 años (entre 1275 y 1292) estudiando las distintas partes del Imperio Mongol y los países con los que tenía contacto, ya que su trabajo en la corte consistía en observar, apuntar e informar sobre todo lo que veía.
Destacamos entre las principales misiones que realizó Marco Polo en esos años para Kublai Khan el gobierno de Yangzhou durante tres años, sus viajes a la India como embajador, las estancias que realizó en Quinsay para controlar los impuestos y la multitud de detalles en su descripción de la capital China, en la que destaca su sorpresa por la organización administrativa, por las distintas obras públicas que observó, por el sistema de correos, el trabajo artesanal de la seda y el uso del papel moneda.
Marco Polo dominó varias lenguas y talentos orientales, lo que le permitió adquirir un conocimiento sobre la cultura y costumbres de la China medieval muy superior al de resto de viajeros de Occidente.
En 1292 regresa con su familia a Venecia cumpliendo la última misión que les encarga el emperador mongol Kublai Khan: escoltar a una princesa china a Persia para casarse con un gobernador mongol. Esa travesía la realizan principalmente por mar y, como ocurriera en la ida, Marco Polo refleja en sus notas todas aquellas maravillas que ve en el transcurso del viaje. Pasan por Sumatra, en donde se sorprende por las propiedades del coco como bebida y alimento, por las islas de Andamán y por Ceilán, entre otros lugares. Llegan a Venecia, finalmente, un día de invierno del año 1295. Marco Polo tiene ya 42 años.
A su regreso a Italia, solo las joyas y las grandes riquezas que traen consigo les permiten hacer verosímiles sus fantásticas historias. Pocos años después, se inmiscuye en la guerra entre Génova y Venecia y es capturado en la batalla naval de Curzola de 1298. Permanece como prisionero un año en un calabozo de un palacio genovés y es allí donde le relata a su compañero de celda, el escritor Rusticello de Pisa, la experiencia acumulada durante 24 años en las tierras orientales con la ayuda de las notas que ha tomado en todos esos años. De esa colaboración surge el famoso Libro de las Maravillas, por el que conocemos a Marco Polo actualmente.
Tras su vuelta a Venecia un año después, manda copiar y editar el manuscrito, que obtiene un éxito apabullante, a pesar de ser considerado más fantasía que realidad.
En los últimos años de su vida, Marco Polo se dedica al comercio y a cuidar de su familia formada por su esposa y sus tres hijas. Muere en 1324 a los 70 años de edad.
En la siguiente imagen podemos ver la ruta de ida y vuelta que realizó Marco Polo a lo largo de su vida:
El legado que nos dejó fue su maravilloso libro, testimonio fidedigno del modo de vida de la civilización china durante el siglo XIII. En el aparecen los mitos, las riquezas, las costumbres y la forma de vivir tanto de China como de los países vecinos con los que comerciaba o compartía alguna relación. Pasajes famosos son sus páginas acerca de la leyenda del Viejo de la Montaña, la vida exhaustiva del Gran Khan en Xanadú y la batalla entre dos reyes orientales.
Su repercusión radica en que es la primera obra de Occidente que describe de forma sistemática y detallada el mundo oriental, a la par que lo hace con un tono de estupor y maravilla al narrarlo desde el punto de vista de un mercader.
El libró enriqueció los conocimientos geográficos de los europeos de la época y sirvió como base para un mayor intercambio cultural entre Oriente y Occidente al narrar tanto las rutas comerciales terrestres como marítimas, como los distintos comercios y la moneda utilizada en el intercambio de bienes.
Además, la narración de algunos episodios y el contar un viaje a lugares tan remotos despertó la curiosidad de otros viajeros de la época o posteriores. Se sabe que una copia cayó en manos de Enrique el Navegante y sirvió de estímulo en las expediciones de los portugueses circunnavegando África que permitió establecer una nueva ruta comercial con la India. Otra copia fue leída por Cristóbal Colón y la información de que un gran océano bañaba Asia por oriente le sugería la idea de que, navegando hacía occidente a través del Atlántico, era posible llegar a China. No fue así, pero sus ideas llevaron a Colón a descubrir el continente americano en 1492.
En 1503 se editó el texto en castellano con algunos añadidos muy valiosos, que fueron leídos y utilizados por numerosos navegantes como Juan Sebastián Elcano o cosmógrafos como Alonso de Chaves.
El manuscrito original no se conserva, por desgracia, lo que ha influido a aumentar el número de especulaciones tanto por la escritura como por la veracidad y el contenido del libro, pero se registran actualmente más de 150 manuscritos escritos en varios idiomas a partir de las dos o tres versiones originales que se cree que existieron. La primera edición impresa se publicó en Nuremberg en 1477.
En cualquier caso, la influencia que tuvo el libro en los años posteriores fue inmensa, influencia que aún nos llega a día de hoy. De hecho, hace pocos años, fue publicado en España un libro de corte fantástico narrando los posibles encuentros entre Marco Polo y Kublai Khan. En este libro se refleja muy fielmente los datos objetivos que tenemos tanto de la vida de Marco Polo como de su viaje a Oriente. Está muy bien escrito y es de una amiga a la que le tengo mucho cariño. Por ese libro, el título de esta entrada y, gracias a ella, gran parte de lo que sé yo hoy sobre la vida de este viajero.
Bibliografía: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Marco Polo». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004
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