martes, 5 de diciembre de 2023

Envases activos y envases inteligentes

Envase activo

En este tipo de envase se emplean una combinación de gases o sustancias antimibrobianas que interaccionan con el alimento en el interior del recipiente incrementando su vida comercial. El envasado activo interactúa con el alimento para aumentar su vida útil, pero no ofrece ningún tipo de información adicional al consumidor respecto a la que puede ofrecer un envase tradicional.

De hecho, en la visita al Mercadona, por más que busqué no encontré un ejemplo de este tipo de envase, pero, al llegar a casa, me di cuenta de que habíamos comprado justo un producto con un envase de este tipo.

En la siguiente imagen podemos ver el envase con las alitas de pollo con mi cocina de fondo.

 

Si le damos la vuelta al envase, nos encontramos con la información nutricional del producto, su origen y la forma de consumirlo.

 

Y, si hacemos zoom justo a esta última parte, encontramos lo siguiente:

 

Efectivamente, esto es lo que buscábamos: “Envasado en atmósfera protectora”. Esta sencilla frase nos indica que estamos ante un envase activo que ha incrementado la vida comercial del producto.

Una vez encontrada esa indicación, ya no podía dejar de verla porque está en bastantes envases. Otro ejemplo lo podemos ver a continuación, en una tabla de quesos del Carrefour

 

Como antes, si le damos la vuelta encontramos la información nutricional de la tabla, los tipos de queso que hay y, antes de la fecha de consumición preferente, volvemos a encontrar la frase que nos indica que estamos ante un envase activo.

 

Volviendo a hacer zoom se puede observar mejor este dato:

 

Envase inteligente

El fundamento de este envase está basado en proporcional al consumidor toda la información posible sobre el producto que contiene en su interior. Para que esto se produzca deben cumplirse dos premisas:

  1. Que se produzca una reacción entre el propio alimento y el envase: mediante una serie de sustancias capaces de sufrir cambios conforme el alimento va deteriorándose.
  2. Que esa reacción dé lugar a una modificación en la etiqueta que informe al consumidor de la calidad o del estado del producto: con la presencia de unos sensores en el propio envase que sean capaces de detectar rápidamente los cambios e informar al consumidor de sus efectos sobre la seguridad y la calidad de los alimentos envasados.

Algunos tipos de envases inteligentes son los envases indicadores de tiempo-temperatura, los indicadores de humedad, los indicadores de frescura/vida útil, los indicadores de fugas o los indicadores de tinta termocrómica.

De este tipo de envase, por más que he buscado en el súper, no he encontrado ningún ejemplo. Seguro que hay algún envase de este tipo, pero no he atinado a dar con él. Para compensar, voy a poner un ejemplo de envase inteligente que apareció hace 10 años en España y que nos pega bastante. Sí, hablo de un envase inteligente para la cerveza.

En 2013, la marca Cruzcampo sacó una línea de cervezas con un indicador de frío al que llamo “punto glacial”. Este indicador señalaba cuando la cerveza estaba a la temperatura perfecta para consumirse.

Además de la imagen, el anuncio de la propia marca es muy esclarecedor para enseñarnos cómo funcionan este tipo de envases.

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